Normas generales del establecimiento
El precio del alojamiento se referirá a pernoctas o jornadas, comenzando y terminando estas a las 12 horas del día. Si el alojamiento no se abandona antes de dicha hora, implica que se prolonga este una jornada más, excepto que se haya acordado otra cosa con el cliente.
Salvo que haya avisado con antelación el cliente debe ocupar la habitación antes de las 20 horas del día previsto para su llegada, si no llega antes de dicha hora el propietario podría disponer de la habitación para su alquiler a otros clientes.
Normas sobre animales de compañía
En Casa Cuadrado se admiten mascotas siempre que estén bien educadas. Nos encantan los animales. Pero nos parece lógico que cada uno sea responsable de lo suyo, por lo que se deberán pagar todos los daños que se ocasionen a terceras personas o a cualquiera de las instalaciones (finca, zonas comunes o la propia casa, las excavaciones también se considerarán como daños).
Deberán cumplirse una serie de normas, por el bien del resto de huéspedes, ya sean personas u otros animales.
Los animales no podrán entrar en las zonas interiores.
Cada propietario es responsable de traer consigo todos los útiles que considere necesarios para la estancia del animal, comida y comederos, cama o manta, etc…
Los propietarios de los animales tendrán la obligación de mantenerlos en las debidas condiciones higiénicas sanitarias.
No podrán usar ropa de cama ni mantas, ni toallas del establecimiento como cama del animal.
No se podrá dejar a la mascota en las instalaciones sin supervisión de los propietarios, a fin de no molestar a otros huéspedes ni otros animales. Deberán estar vigilados en relación al respeto hacia los demás.
Deberán pernoctar en unos boxes existentes en la finca a tal efecto.
Guardería para perros
Estos boxes en la finca donde pernoctan los perros (recinto cerrado con caseta), aportan una serie de ventajas:
Puedes ausentarte todo el día a hacer turismo, quedando el animal controlado en un servicio de guardería de día.
En este caso, el animal podrá quedar supervisado por personal del establecimiento, y si es posible se mantendrá libre por la finca, siempre y cuando tenga una convivencia pacífica con otros clientes o animales (incluyendo las molestias por ladridos), y no cause daños en las instalaciones. Si se diera alguna circunstancia mencionada, el animal quedaría controlado en uno de los boxes descritos.